Su derrota frente al gladiador australiano Russel Crowe no ahoga en absoluto el futuro de Bardem en Hollywood. Después de una excelente racha de premios internacionales, su convinción y su sensibilidad en la piel de un poeta maldito ha llamado la atención de importantes nombres de la industria, entre ellos Steven Spielberg.
Como una premonición que ha resultado fallida, recibía tan sólo 18 horas antes del comienzo de los oscars el galardón al mejor actor en los Spirit Awards. Pero este honor de última hora tampoco ha alterado el ánimo de Bardem, que llegaba a la gran fiesta del cine con su pesimismo alegre y su imperturbable sonrisa.
El actor ha saludado al más puro estilo del pueblo a toda España: «Ehhh, colegas, buen rollito a los que nos estéis viendo». «Me estoy haciendo pis desde que he entrado», reconocía.
Pero Bardem -y con él todos nosotros- empezó a oler a triunfo cuando oyó su nombre por primera vez en la noche, segundos después de que saltara al ruedo del Shrine Auditorium Steve Martin. El maestro de ceremonias presentó a algunos de los candidatos y, entre ellos al español Javier Bardem, del que alabó su "brillante interpretación".
El segundo aviso llegó con la reiterada declaración de amor de Winona Ryder que, nada más pisar la alfombra roja y ante las cámaras de Canal Plus, anunciaba su rendida admiración hacia la película y hacia el papel que borda el actor español. "Vengo a presentar a Björk pero estoy aquí por Bardem". Estas mismas palabras repetía en el estrado: "Gracias Bardem por esa maravillosa película".
Cuatro nerviosas horas después, Bardem se ha quedado a las puertas de convertirse en el primer actor español que alza la estatuilla dorada. Y todo gracias a su papel bilingüe en Before Night Falls, una historia cubana y anticastrista dirigida por el pintor Julian Schnabel. El nombre de Bardem permanecerá ligado para siempre al turbulento poeta cubano Reinaldo Arenas, obligado a exiliarse porque la Revolución no admite homosexuales.
Bardem, vestido de Armani y junto a su novia, Cristina Pales, y a su madre, Pilar Bardem, estaba literalmente alucinando cuando ha escuchado su nombre entre los cinco candidatos. Pero no pudo ser, y un comedido Russel Crowe daba las gracias a la Academia por el premio.
De pintor a la meca del cine
A pesar de que lleva la interpretación en la sangre -procede de una de las familias más destacadas de la filmografía patria-, Javier Bardem (Las Palmas de Gran Canaria, 1969), quiso ser pintor.
Pero su primer papel le llegó a los cuatro años, mucho antes de poder plantearse qué quería ser de mayor. Fue en la serie de televisión El pícaro con un grande, Fernando Fernán Gómez. Javier creció alejado del celuloide y, tras acabar el instituto, se matriculó en la Escuela de Artes y Oficios.
Cuando ya se ganaba la vida como dibujante publicitario, la curiosidad por las cámaras le llevó a alternar con la pequeña pantalla en series como Segunda Enseñanza y Brigada Central, ambas de Pedro Masó.
Pero Barden quería hacer las cosas a lo grande y, con mucha inteligencia, comenzó a tomar decisiones que influirían en su posterior carrera plagada de éxitos en el cine. Así, formó parte de un grupo de teatro independiente, con el que representó obras como El sombrero de tres picos.
La década de los 90 significó su definitiva consagración al cine. Aunque al principio y, por razones obvias, se decantó por papeles de macho ibérico como Amo tu cama rica y Jamón, jamón -su primer papel como protagonista- Huevos de oro...
Su papel en Días contados le supuso su primer goya y el segundo llegaría con Boca a Boca, en la que interpreta a un actor en paro que vendería a su madre por viajar a Hollywood, un camino que ha rechazado en la vida real, junto con un papel en la próxima película de Spielberg porque no le apetecía "perseguir a Tom Cruise por los tejados".
Sin embargo, Bardem se niega a ser simplemente un rudo galán y comienza a diversificar sus trabajos como en Extasis, Airbag, Carne Trémula, Los lobos de Washington...
Ya en 1999, lo mejor de Segunda Piel fue el creible homosexual que realizó Bardem, un preludio de su siguente trabajo: Antes que anochezca. El resto, hasta hoy, ya es historia.
Premios por Antes que anochezca
- Copa Volpi en el Festival de Venecia (Italia, 2000).
- Nominado a mejor actor en los Globos de Oro (Estados Unidos, 2001).
- Mejor actor en el National Board of Review (Estados Unidos, 2001).
- Mejor actor en el National Society of Film Critics Awards (Estados Unidos, 2001).
Premios en sus diez años de carrera
- Premio del Público al Mejor Actor por Carne trémula en los Premios del Cine Europeo (1998).
- Goya al Mejor Actor por su interpretación en Boca a boca (España, 1996).
- Goya al Mejor Intérprete Masculino de Reparto por Días contados (España, 1995).
- Premio al Mejor Actor en el Festival de Cine de San Sebastián por Días contados (España, 1994).