Esculturas romanas e iberas, elementos arquitectónicos monumentales, una colección de armamento, monedas de oro de todas las épocas, una colección de sellos de ánforas La Guardia Civil ha presentado hoy los resultados de la operación Tambora en la que, según sus estimaciones, se ha intervenido la mayor y más valiosa colección arqueológica privada de España. 200.000 piezas en total que un vecino de Écija (Sevilla) guardaba en su cortijo sin la menor autorización.
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La operación se inició el pasado verano cuando agentes de la Guardia Civil tuvo conocimiento de las actividades irregulares que, desde hacía varios años, llevaba a cabo una persona de Écija que recolectaba este tipo de piezas, la mayoría de las cuales eran procedentes de expolios.
Tras las primeras investigaciones, los agentes detectaron en la provincia un movimiento inusual de profesionales dedicados al coleccionismo. Posteriormente, las investigaciones se centraron en dos cortijos del citado término municipal, en los cuales se realizaron varios registros en colaboración con un arqueólogo de la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía.
Los registros en ambos edificios revelaron que en su interior se guardaban, en vitrinas y catalogadas con criterios rudimentarios y sin rigor científico, una valiosísima colección de obras de arte.
De todo el sur de la Península
Cada una de estas piezas estaba identificada con la fecha de adquisición, lugar de procedencia e, incluso, un mapa de la zona de expoliación. La mayoría de las piezas provienen del Bajo Guadalquivir y del Valle del Genil, si bien, hay otros objetos que pudieran provenir de Extremadura, Murcia, Valencia, etc.
Las piezas intervenidas, que se pueden considerar como excepcionales, están datadas entre el calcolítico (3.000 años antes de Cristo) y la época visigótica. Algunas de ellas se encuentran en perfecto estado de conservación y otras son piezas únicas y de incalculable valor.
Además, los investigadores han descubierto un taller de restauración, que era utilizado para limpiar las piezas y recomponerlas, así como un laboratorio fotográfico para reproducirlas y catalogarlas.
El material ha quedado intervenido por la Guardia Civil y la Juez que entiende del caso ha ordenado la inmovilización de todos los objetos.