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FESTIVAL DE CINE

Gutiérrez Aragón presenta en Venecia un Quijote emocional y romántico

El realizador, que también firma el guión, recupera el segundo libro de la obra cervantina, "una parte triste, después de que la primera fuera vista cómica y sublime"

El realizador español Manuel Gutiérrez Aragón ha presentado esta mañana en el Festival de Venecia El caballero Don Quijote, una visión emocional y romántica del personaje creado por Miguel de Cervantes. El filme ha sido proyectado fuera de concurso, una circunstancia "muy cómoda", según ha asegurado el cineasta, porque permite una mirada más reflexiva y al margen de la presión que rodea a la sección competitiva.

Juan Luis Galiardo da vida al caballero de la triste figura y Carlos Iglesias, a Sancho Panza en un reparto en el que figuran, entre otros, Santiago Ramos, Kiti Manver, Manuel Alexandre y Emma Suárez. Gutiérrez Aragón ya dirigió en 1991 una serie de televisión sobre la obra de Cervantes, interpretada por Fernando Rey en el papel del hidalgo y por Alfredo Landa en el del escudero.

En esta ocasión, con un guión que firma él mismo, Gutiérrez Aragón ha optado por una versión vinculada a la segunda parte de la obra, que Cervantes escribió como respuesta al apócrifo compuesto por Avellaneda. "El Quijote ha sido vista como una obra cómica, luego como algo sublime por el Romanticismo, pero la segunda parte es triste. A mí siempre me ha atraído mucho, además de que el Gutiérrez Aragón de la serie de televisión no es el de hoy", ha apuntado el director.

Por eso El caballero Don Quijote se inicia cuando el hidalgo y Sancho deciden volver a los caminos tras el primer regreso a La Mancha, pero siempre con la intención de honrar a Dulcinea. La propuesta del director cántabro es melancólica, con un Quijote viejo y en declive, que culmina su aventura y su vida con la recuperación de la cordura.

Hidalgo "apasionado y excesivo"

Rodada en varios puntos de Madrid, Castilla-La Mancha y Andalucía, y sobre todo en el Valle de Alcudia (Ciudad Real), la película ofrece un hidalgo "apasionado y excesivo, muy emocional, del que no se sabe cuándo está loco o no", en palabras del director, quien para Sancho Panza no quería un personaje tosco o grosero, sino inteligente y que se dejara seducir por su señor.

En ese aspecto, Gutiérrez Aragón ha subrayado que el realismo del "caballero de la triste figura" fue llevado más lejos por Cervantes, "hasta superar las fronteras de lo mágico" y con un fuerte componente de ambigüedad. Un ejemplo es que, dentro de la campaña para disuadir a Don Quijote de que siga en los caminos, Cervantes hace que un hombre se disfrace de Dulcinea, para así desanimarle, breve papel que en la cita interpreta Juan Diego Botto.