El escritor guatemalteco Augusto Monterroso, galardonado en 2000 con el premio Príncipe de Asturias de las Letras, falleció la pasada noche en la ciudad de México a los 81 años de edad víctima de una afección cardiaca.
Nacido en Tegucigalpa (Honduras) en 1921, Monterroso, reconocido como uno de los grandes escritores de habla hispana, fijó en 1944 su residencia habitual en México, adonde se trasladó por motivos políticos. Desde muy joven se implicó en la actividad política de su país, que compaginó con la temprana actividad en el campo de la literatura.
En el exilio, Monterroso comienza a publicar sus textos a partir de 1959, cuando entregó a la imprenta Obras completas (y otros cuentos), colección de historias donde ya se prefiguran los rasgos fundamentales de lo que será su personalísima narrativa.
Una prosa concisa, sencilla, accesible, donde siempre late la conciencia de los grandes hitos de la literatura y una abierta inclinación hacia la parodia, la fábula y el ensayo, sienta los cimientos de un universo inquietante, cuyo idioma oficial oscilaría entre el humor negro y la paradoja.
Otros títulos de su producción son La oveja negra y demás fábulas (1969), Movimiento perpetuo (1972), Cuentos, fábulas y lo demás es silencio (1978), La palabra mágica (1983), La letra E: fragmentos de un diario (1987) y Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí, considerado el relato más breve de la literatura universal.
En 2000 recibió el Premio Príncipe de Asturias, máximo galardón de lengua española, pero ya antes había sido galardonado en 1975 con el Premio Villaurrutia y en 1988 fue condecorado con la Aguila Azteca. En 1993, fue nombrado miembro de la Academia Guatemalteca de la Lengua Española y, en 1966, cuando dio por concluido su exilio, fue doctorado Honoris Causa por la Universidad de San Carlos de Guatemala, además Premio Nacional de Literatura (1997), en Guatemala. Ese mismo año, recibió el Premio de Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo.
Monterroso, quien vivía en México desde mediados del siglo pasado, "es reconocido como uno de los grandes escritores de habla hispana". Un empleado de la funeraria donde se vela al escritor ha informado que mañana domingo serán inhumandos sus restos en el panteón español de la ciudad de México.