El Museo del Prado ha abierto hoy al público su esperada exposición de la obra de Edouard Manet, a la que se unen cuadros de algunos de los maestros españoles que influyeron en su obra. El montaje, que recuerda la visita que el impresionista francés hizo al museo madrileño el 1 de septiembre de 1865 incluye 58 pinturas y 52 grabados y dibujos.
Los cuadros Cristo escarnecido por los soldados, El pífano, Filósofo y El balcón son el resumen de la exposición Manet en el Prado, colocados a lo largo de la galería central, vecinos de las mejores pinturas del Siglo de Oro español y de Goya. La sala XII, dedicada a Velázquez, ha trasladado sus cuadros por las obras de ampliación que afectan a la planta inferior, donde estaba situado el salón de actos, lo que permite establecer paralelismos entre el trabajo de Manet y los maestros españoles.
Es la retrospectiva más completa sobre Manet, tras las realizadas en París y Nueva York hace 20 años, con motivo del centenario de su muerte. La reciente exposición sobre Manet y Velázquez ha permitido los mejores préstamos del Museo d'Orsay, de París, y el Metropolitan, de Nueva York, junto a las colaboraciones de una treintena de instituciones y coleccionistas privados, entre ellas el Museo Thyssen-Bornemisza, que aporta Amazona sobre fondo azul, una de las escasas obras de Manet que se pueden ver en España.
La producción del Prado, con una inversión cercana a los dos millones de euros, cuenta con el patrocinio de la Fundación Winterthur, del Grupo Crédit Suisse, y la colaboración de la Comunidad de Madrid, en la promoción entre los seis millones de turistas que cada año visitan la ciudad.