Arctic Monkeys cumple los pronósticos y gana el prestigioso Mercury Prize

Es el premio más importante que se concede anualmente a un disco realizado por artistas británicos o irlandeses y Arctic Monkeys lo consigió ayer martes con su debut, Whatever people say I am, that's what I'm not, dándole la razón a los expertos y a las casas de apuestas que daban por segura su victoria.

El premio Mercury se concede desde 1992 y su ganador sale de una lista de doce candidatos preseleccionados por un amplio jurado compuesto por críticos y profesionales de la industria discográfica británica. Arctic Monkeys no lo ha tenido fácil, ya que competía con trabajos de artistas con el peso específico de Thom Yorke, Muse, Richard Hawley o Scritti Politti, así como con otros jóvenes valores como Guillemots, Hot Chip o Editors.

El galardón tiene una dotación económica de 20.000 libras esterlinas (unos 30.000) euros) y, por encima de ello, un enorme prestigio que avalan algunos de los artistas premiados en ediciones anteriores, como Primal Scream, Suede, Pulp, Portishead, PJ Harvey, Franz Ferdinand o Antony & the Johnsons.

Triunfadores de 2006

Con el Mercury Prize, Arctic Monkeys se confirma como uno de los nombres revelación de 2006. Formada en la ciudad inglesa de Sheffield, la banda llamó la atención a finales del año pasado cuando sus canciones empezaron a causar un enorme revuelo simplemente siendo distribuidas a través de Internet. Poco después, el grupo fue fichado por el sello Domino, el mismo de Franz Ferdinand.

Sus dos primeros singles, When the sun goes down y I bet you look good on the dance floor, alcanzaron el nº 1 de las listas británicas y el álbum Whatever people say I am, that's what I'm not, editado en enero, batió el record de ejemplares vendidos en Reino Unido en una semana con más de 360.000 copias.