El Atlético había mirado de reojo esta mañana al Sánchez-Pizjuán y se había felicitado por el resultado que más favorecía a sus intereses. El empate entre los dos equipos sevillanos dejaba en su mano la posibilidad de meterse por primera vez en la temporada entre los tres primeros.
Pero nada de lo pensado salió al gusto. El equipo rojiblanco se vio superado por la pujanza y la lucha del cuadro dirigido por Blas Ziarreta. En apenas ocho minutos, se les cayó el mundo a los madrileños. Un gol de Leniz, en el minuto 27, y otro de Arenaza, en el 35, dejaron el partido muy cuesta arriba para los de Marcos Alonso, que se habían presentado en Eibar con una alineación en la que no estaban Aguilera, Dani ni Correa.
La salida de estos tres en la segunda parte dio un aire nuevo al equipo. Fruto de la insistencia llegó el gol esperanzador de Salva (min. 71), que dejaba 20 minutos para una épica que no hizo acto de presencia.
Al final, una derrota que quizá pueda doler más en el aspecto anímico que en el práctico dentro de un equipo que ha dado un pequeño paso atrás en sus aspiraciones en el momento más inoportuno.
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