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Se acabó el show Wanchope (1-2)

Uruguay tira de oficio para acabar con el entusiasmo de Costa Rica

Pese al césped, que le hacía medir mal la carrera del balón en sus regates, pese a la vigilancia extrema a la que era sometido, Wanchope sí parecía de nuevo al volante de la reunión. Y eso que Uruguay le fue comiendo terreno al rival, empujándolo poquito a poco hacia atrás, durmiendo su alegría característica. Como anunciando un cambio de dirección para la segunda parte.

Sin embargo, lo que sucedió tras el descanso fue que Wanchope irrumpió. Agarró la pelota en la mitad de su campo de ataque, tiró un regate largo entre tres defensas uruguayos y, arrollando en falta a Curbelo, se plantó solo ante el meta y le batió por raso. El gol acabó con Costa Rica, que decidió retroceder metros y dedicarse a la protección del resultado. Un error, porque a Uruguay le bastaron nueve minutos de acoso para ganarse el empate.

Tras el 1-1, Púa, el seleccionador, arrancó del campo a su futbolista más peligroso, Carlos María Morales. Un misterio que le devolvió el protagonismo a Costa Rica. Wanchope volvió a marcar, pero el árbitro esta vez le invalidó el tanto que si era legal. Y cuando la reunión parecía condenada a los penaltis, un zapatazo lejano en una falta frontal que pasó entre las piernas de la barrera, elevó al cielo a Uruguay. Y dejó al torneo sin su futbolista avorito. Sin Wanchope, el tipo que había logrado seducir a todos.

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