El Barcelona ha presentado esta mañana en el camp Nou a su nuevo entrenador, el holandés Louis van Gaal, y lo ha hecho bajo estrictas medidas de seguridad ante el temor de que se pudieran producir incidentes. El club ha cuidado hasta el último detalle y ha solicitado, por segunda vez esta temporada, la acreditación de prensa para entrar a las dependencias del club en un día sin fútbol.
El técnico holandés, que ha llegado al Camp Nou en el coche de Joan Gaspart, se ha presentado en sociedad sin haber hecho declaración previa alguna y tras un rocambolesco viaje que le llevó anoche a su casa de Sitges. Mientras que el club informó durante todo el día de ayer que el técnico se trasladaría en automóvil desde Holanda, en realidad Van Gaal utilizó distintas combinaciones para llegar a la ciudad. La cuestión era evitar un vuelo directo hasta el aeropuerto de El Prat, ante una presunta protesta de los aficionados por su regreso.
Al final, van Gaal aterrizó en Valencia, después de varias combinaciones, desde donde tomó un coche que le trasladó por carretera a Barcelona.
Reivindicación
Louis van Gaal ha regresado al Barca después de aceptar el reto de trabajar por segunda vez a la entidad catalana, donde, a pesar de que sus métodos generaron muchas dudas, cultivó un gran número de apoyos que ahora aplauden su llegada.
Con su reaparición en la galaxia barcelonista, Van Gaal se reivindica en un escenario donde proyectó una gran obra y que al final no pudo concluir, especialmente por los resultados que cosechó en su tramo final y porque decidió rescindir su compromiso al solidarizarse con José Luis Núñez, dimisionario presidente que anticipó las elecciones.
El entrenador holandés vuelve al Barca sin que la entidad haya emitido aún una razón poderosamente convincente para su regreso, como así le ha reclamado parte del entorno del club. El Barcelona ya le ha informado de que nada de dispendios, debido a que la caja de los caudales se encuentra seca, a la espera de que se puede firmar un traspaso, para cuyo caso el Barca tiene una lista interminable de jugadores que desea quitarse de en medio.
Pero Van Gaal no se ha arrugado. Lo que queda del resto de su primer proyecto (De Boer, Kluivert, Xavi, Puyol y Cocu, entre otros) parece que le satisface, aunque ha pedido algún mimbre para cada una de las líneas. Incluso, se han deslizado ya varios nombres de altas en la plantilla como la del portero francés Ramé, la del defensa Patrice Evra o la del centrocampista holandés Van Bommel.
En esta ocasión el margen de confianza del que disfrutará es menor que hace cinco años pero contará con la ventaja de que su obra sigue viva en el Barca, como así lo han corroborado las encuestas y sondeos, los últimos de los cuales le son relativamente favorable. Sólo falta comprobar si aquella filosofía que pretendió impulsar en la entidad catalana sigue vigente o tiene que revisarse.
Por otra parte, Carlos Rexach dirigirá de nuevo el próximo martes a la primera plantilla antes de comenzar una minigira por Asia.
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