Fernando Morientes le ha dado un nuevo susto a José Antonio Camacho. El delantero del Real Madrid ha sufrido en el entrenamiento de hoy un esguince de tobillo que ha sido considerado como grave por el médico de la expedición, Juan José Ramos. Éste considera que Morientes podría estar para el primer partido frente a Eslovenia del próximo domingo, si bien ha remitido todo a una espera de 48 horas.
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Primero fue Cañizares, un escollo que se pudo salvar; después apareció Albelda, cuya duda aún se mantiene; y hoy ha llegado la lesión de Morientes. "Es un esguince de grado uno [leve] en el ligamento lateral externo del tobillo", ha explicado el doctor Ramos, quien ha destacado que, "en principio", no parece grave, aunque no ha querido asegurar nada. "La evolución en este tipo de esguinces suele ser buena, pero hay que ser cautos y debemos esperar 48 horas para ver su evolución", ha matizado el médico de la selección.
Morientes sufrió la lesión al pisar mal durante unos ejercicios con balón, cuando pugnaba por su posesión con Fernando Hierro. El delantero madridista guardará reposo esta tarde, tomará antiinflamatorios, se le aplicará hielo en la zona afectada e, incluso, podría trabajar en el gimnasio del hotel donde está concentrado el equipo español.
Juan José Ramos es optimista y ha señalado que, si la evolución es buena, el jugador tiene muchas posibilidades de hacer algunos ejercicios ya en el entrenamiento de mañana.
Alarmas
Selección española aparte, lo que es evidente es que los mundialistas que disputan las ligas europeas más potentes llegan a este Mundial con la luz de alarma puesta. La lesión de Morientes se ha venido a unir a la ya conocida de Beckham y a las molestias sufridas ya en Corea y Japón por el francés Zinedine Zidane o el italiano Filippo Inzaghi.
Al centrocampista del Real Madrid le confirmaron ayer una microrrotura en el cuádriceps de su pierna izquierda que le ha descartado para el partido inaugural del viernes frente a Senegal y que mantiene en suspenso su participación en el segundo frente a Uruguay. "Sólo puedo decir que no es una lesión grave", declaró Zidane a Le Parisien por Internet.
La lesión se produjo en el partido amistoso de Francia contra Corea. Zidane ofreció un pase a Henry en el minuto 38 y sintió un pinchazo en su muslo izquierdo, por lo que rápidamente solicitó el cambio. El pinchazo, generalmente, significa rotura y esto quiere decir 20 días de reposo.
Lo misterioso, aunque se asegure que, en cualquier caso, no se perderá más de dos partidos, es que nadie del equipo médico francés ha dado noticia alguna de la lesión ni de su tiempo de recuperación.
Otra estrella, el italiano Inzaghi, se perderá por lo menos los tres primeros partidos de su selección contra Ecuador, Croacia y México. El delantero del Milan se lesionó el domingo pasado en un amistoso en Japón. Un dolor en la rodilla izquierda reprodujo los temores que llevaron al delantero centro a operarse el mes de diciembre pasado por un problema de ligamentos. Inzaghi aceleró la recuperación para no perderse el Mundial y ahora se ha resentido.
En Inglaterra, a la ya conocida lesión de Beckham, aunque parece que podrá estar en el primer partido de su seleción, se ha unido la del centrocampista Dyer. La situación es tal que el seleccionador, Sven Goran Eriksson, sólo cuenta con cuatro titulares fijos: los centrales Ferdinand y Campbell, el centrocampista Scholes y el delantero Owen.
Alemania, por su parte, perdió antes de iniciar la concentración al joven Deisler y nada más llegar a Ballack, del Bayer Leverkusen. Éste también padece problemas musculares y los médiocos lo mantienen entre algodones para no causar una lesión grave, uno de los rivales más temidos para las selecciones europeas, cuyos jugadores llevan ya a estas alturas más de 60 partidos esta temporada.
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