El finlandés Marcus Gronholm y la marca francesa Peugeot se han proclamado esta madrugada, de forma adelantada, campeones del mundo de pilotos y constructores, respectivamente, durante la segunda jornada del Rally de Nueva Zelanda, antepenúltima prueba del calendario. El piloto se ha visto favorecido por el abandono del británico Richard Burns, único rival en su carrera por el título tras la marcha el día anterior del escocés Colin McRae.
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Con la marcha de Burns, que tuvo que abandonar tras dar su coche una vuelta de campana, Marcus Gronholm se ha asegurado el segundo título de su palmarés después de conquistar el primero en 2000, igualmente con Peugeot, y aún mantiene opciones de ganar el rally neozelandés, con lo que alcanzaría su cuarto triunfo de la temporada después de Suecia, Chipre y Finlandia.
La clasificación del Mundial, hasta que concluya este rally, está con Gronholm en primer lugar, con 57 puntos, seguido de Richard Burns, a 23, y de Colin McRae, a 24. El finlandés necesitaba siete de los 30 puntos en juego en las tres carreras restantes pero la marcha de sus dos rivales le ha puesto el título en bandeja, ya que sus diferencias con Gronholm son insalvables.
El piloto nórdico lidera la prueba oceánica con una ventaja de 31.7 segundos respecto a su compatriota y compañero de equipo, Harri Rovanpera, y 1:51.1 sobre el noruego Petter Solberg. El español Carlos Sáinz ocupa la quinta plaza provisional, a 3:18.8 del nuevo campeón del mundo.
Título de constructores
La marca francesa Peugeot ha festejado igualmente el título de constructores, su tercero consecutivo y quinto global. Lo aseguró en el decimocuarto tramo de la segunda jornada, cuando el estonio Markko Martin (Ford Focus WRC) tuvo que abandonar tras salirse de la carretera.
Su adiós junto con el de su compañero Colin McRae en la jornada precedente anularon las opciones que tenía Ford de luchar con Peugeot por el título de marcas.
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