El estadounidense Andre Agassi ha demostrado esta madrugada que, a sus 32 años, se resiste a apearse de la cumbre del tenis justo en el momento de sellar su octavo título en un Grand Slam, el cuarto en el Abierto de Australia, tras aplastar a su rival, el alemán Rainer Schuettler.
El tenista de Las Vegas, el sexto más viejo de la historia en conquistar un título de los grandes, ha alimentado su palmarés y renovado las expectativas de un nuevo futuro a costa del alemán, incapaz de sobreponerse al impacto de verse ubicado de pronto en semejante escaparate internacional y jugársela frente a una de las leyendas del tenis.
| Masculino | A. Agassi |
| Femenino | S. Williams |
| Dobles masculinos | M. Llodra / F. Santoro |
| Dobles femeninos | S. Williams / V. Williams |
| Dobles mixto | L. Paes / M. Navratilova |
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Apenas una hora y 16 minutos, en lo que supone la menor duración de una final en el Abierto de Australia, le han bastado a Agassi para despachar a Schuettler, que sólo pudo anotarse cinco juegos a lo largo del partido (6-2, 6-2 y 6-1).
Schuettler no pudo disimular la sensación impresionante que recorrió su cuerpo ante su gran cita. De hecho, hasta el tercer juego no anotó su primer punto. El alemán debió asumir que aquél no era su sitio. No resistió a la precipitada coronación de un rival legendario y estrechó la agonía antes de reconocer ante el público que su sentencia y su efímera gloria ya estaba escrita.
El estadounidense se ha repuesto de la sequía de grandes títulos que padeció hace un año y a la decepción en la final del Abierto de EE UU, donde sucumbió con claridad ante Sampras. Parecía aquella la despedida del tenista en la cumbre, pero quedaba Australia. La Rod Laver Arena del Melbourne Park suele ofrecer buenas noticias a Agassi, vencedor del torneo en sus dos últimas presencias -el año pasado una lesión le mantuvo al margen- y en 1995.
Las apuestas con Steffi
La apuesta desafiada a su mujer, la ex tenista alemana Steffi Graf, ha parecido ser una motivación suficiente para Andre Agassi, quien días atrás desveló el retorno de su esposa a las canchas de tenis en el torneo de dobles mixtos de Roland Garros si él conseguía el triunfo en el Abierto de Australia, como así ha sido.
El reto está expuesto porque Agassi, un hombre acostumbrado a marcarse renovados alicientes, ha resistido siempre al ostracismo sometido por el apabullante dominio de su compatriota Pete Sampras y a la irrupción actual de las talentosas nuevas generaciones.
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