La lotería de los penaltis, ayudada por el acierto del guardameta Rustu Recber, premió al Barcelona con la conquista del trofeo Joan Gamper tras un partido ante Boca Júniors que acabó en empate a un tanto y en el que hubo más ambiente en las gradas que juego sobre el campo.
El equipo azulgrana, que alineó un sorprendente once inicial pese a que Frank Rijkaard le había dado visos de continuidad en la Liga, confirmó la falta de pólvora ante puerta que se le presumía y que dejó en evidencia un rival muy ordenado en defensa y con un peligroso contragolpe.
El equipo argentino se adelantó en el minuto 42 con un gol de Tevez y el empate del Barcelona llegó en el minuto 67 al aprovechar Gerard un rechaze.
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El Barcelona consiguió la victoria en presencia de más de 90.000 aficionados en las gradas del Camp Nou, según datos del club, un récord de asistencia en la historia del torneo barcelonista.
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