Ayer cayeron derrotadas por Rusia y el billete olímpico quedó en suspenso. Pero hoy, la selección española de baloncesto femenina ha logrado un puesto en los Juegos Olímpicos de Atenas tras ganar a Polonia (87-81) y conseguir la medalla de bronce de los Europeos.
La victoria llegó no sin esfuerzo. Las chicas de España tuvieron que emplearse a fondo para remontar un marcador adverso, de 20 puntos de diferencia en algunos momentos del partido. Un parcial de 6-0 en el último minuto y medio de juego para rematar el 31-10 que las españolas firmaron en el cuarto final acabó con el incesante dominio ejercido por las polacas durante casi todo el encuentro.
España, presa de los centímetros de Malgoratza Dydek y la defensa en zona de Polonia a lo largo de prácticamente todo el encuentro, inició la reacción que la puso en el podio y le otorgó el pasaporte para Atenas 2004 de la mano de Fernández y Nuría Martínez, artífices del renacer ofensivo español y de la culminación de una remontada épica.
La altura de Dydek y la zona apoyaron el gran acierto lanzador de las polacas para situar al equipo español al borde del precipicio debido a su mal comienzo, igual que contra Serbia y Montenegro y frente a Rusia.
Polonia despegó apoyada en un tranquilizador 2-10 y gracias a su control del rebote, sobre todo ofensivo, y los altos porcentajes de tiro de sus jugadoras tuvo a España prácticamente derrotada, incapaz de imponerse en defensa y con graves problemas para desplegar su velocidad por la superioridad polaca debajo de los aros.
Una remontada épica
Un parcial de 15-2 en el segundo cuarto evitó la caída de la selección femenina antes del descanso (29-36 m.15), pero la insistencia de Polonia con la zona y el rendimiento de sus jugadoras en ataque dejó a España 14 puntos por detrás en el ecuador del choque (35-49).
Los intentos de las internacionales de Vicente Rodríguez por revivir habían fracasado uno detrás de otro hasta que Nuría Martínez y Marta Fernández asumieron la responsabilidad en el tercer cuarto. La mejoría que las dos aleros imprimieron al baloncesto español apenas afectó a las polacas, que a falta de diez minutos tenían el encuentro virtualmente resuelto.
Sin embargo, España apretó aún más su defensa, consiguió forzar malos tiros de su rival y dominar la pintura para lanzar los contragolpes que dieron cuerpo a la remontada final mientras Polonia perdía impulso a cada minuto y se despedía del banquillo en un último minuto y medio magistral a cargo del equipo nacional, que acompañará a la selección masculina en los Juegos de Atenas.
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