El piloto español Jorge Lorenzo (Yamaha) ha explicado en el circuito de Le Mans, en Francia, tras caerse en la segunda sesión de entrenamientos libres que "si estuviera tan mal, no iría tan rápido". Dos semanas después de su caída en el circuito de Shangai como consecuencia de la cual se produjo dos fracturas en sus tobillos, el español se ha ido de nuevo por los suelos, pero esta vez sin más consecuencia que la de perderse los últimos minutos de la tanda de prácticas, en la que se ha classificado cuarto.
El piloto de Palma de Mallorca ha reconocido en el circuito de Le Mans, donde se disputa el Gran Premio de Francia, que había inclinado demasiado en la segunda curva de izquierdas. "Por la mañana hemos ido rápido, por la tarde también. Al final hemos metido un neumático blando y no hemos mejorado", ha comentado el bicampeón del mundo de 250 c.c., que ha añadido que luchará por la primera posición en la parrilla de salida mañana en los entrenamientos de clasificación si no llueve.
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"Si la moto mejora electrónicamente podemos bajar un segundo de ritmo y si la pista está seca y con dos horas de entrenamiento", ha explicado. Sobre sus heridas, que le obligan a ir en silla de ruedas cuando se baja de la moto, Lorenzo ha manifestado que "pensaba que tendría menos dolores de los que estoy teniendo. Con los cambios de dirección y los baches me está costando bastante". También ha hablado sobre sus problemas, ya que no va "igual de suelto" y "el hombro derecho está sufriendo bastante". Pero ha terminado de forma contundente: "Es psicológico, no me quiero lamentar, pero si estuviera tan mal, no podría ir tan rápido".
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