Fuerzas derechistas cristianas dispararon contra un pelotón del contingente de fuerzas pacificadoras de la Liga Arabe, cuando éstos, siguiendo instrucciones del mediador Hassan Sabry el Joly, trataban de ampliar el espacio de tierra de nadie entre el sector cristiano y musulmán de Beirut, donde lograron establecerse el viernes pasado.El 53 alto el fuego decretado desde el comienzo de la guerra, que fue logrado el sábado, tras laboriosas negociaciones, no duró en vigor ni una hora. Las fuerzas cristianas que asediaban el campamento palestino de Tal al Zaatar, se negaron a levantar el asedio hasta que los palestinos no se rindan.
La Cruz Roja está particularmente preocupada por la suerte de las quinientas personas, en su mayoría mujeres y niños, que quedaron atrapadas en un refugio del campo, al hundirse a consecuencia de un bombardeo el edificio de encima. A pesar de esta amenaza de tragedia humana, continuaron los ataques desde el exterior, aumentando el riesgo para aquellos que prácticamente están enterrados vivos.
Por otra parte, la embajada norteamericana en Beirut, que tuvo que desistir ya en dos ocasiones de la proyectada evacuación de sus nacionales por carretera, informó que los ciudadanos norteamericanos y otro grupo de extranjeros, serán evacuados en un navío de la VI Flota.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 27 de julio de 1976