director de la Escuela de Bellas Artes de Madrid, ha declarado, sobre las protestas de un numeroso grupo de estudiantes que pretendían ingresar en ese centro: «No había calidad en los aspirantes y el tribunal no les admitió para, entre otras muchas razones, mantener el prestigio nacional e internacional de la Escuela de Bellas Artes de San Fernando». Los estudiantes rechazados alegan por su parte que «una escuela debe de estar para enseñar a los que no tienen calidad, porque si ya la tuviesen, no les haría falta para nada la escuela», y que la formación estética de los aspirantes a artistas «debe estar por encima del prestigio, que tiene otras vías por las que manifestarse».
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 23 de octubre de 1976