Una sesión maratoniana entre ministros de Asuntos Exteriores y ministros de Agricultura, debería concluir con la aprobación del régimen interno CEE, que los nueve del Mercado Común aplicarán a partir del 1 de enero en su zona de pesca de doscientas millas marinas.
Ante la penuria de recursos pesqueros, los expertos de la CEE de proponen fijar cupos anuales para cada uno de los países de la CEE. Irlandeses y escoceses se oponen a una baja del número de capturas (como propone la Comisión Europea) Por motivos económicos. También desean una proteción nacional en el interior de las doscientas millas, superior a las doce millas que tendrá cada Estado miembro,de la CEE, Dublín y Londres quieren una zona reservada de cincuenta millas. Tales son los dilemas que la sesión, conjunta de Asuntos Exteriores y Agricultura de la CEE debería despejar al término de dos jornadas de trabajo.Si a nivel interno, la aplicación de la zona de doscientas millas plantea problemas, a nivel externo, la situación se presenta también bastante compleja.
Los nueve negocian con Noruega, Islandia, España, Islas Feroe, Estados Unidos, Canadá, Suecia, Marruecos y Portugal, Washington y Ottawa han dado su acuerdo un compromiso con Ia CEE, puesto que tarriblén aplicarán una zona de pesca nacional de dosclentas millas. Por parte islandesa. el Gobierno de Reykiavik se inuestra contrario a dar acceso a los barcos coniunitarios en el interior de sus aguas de pesca. Los islandeses consideran de poco interés las contrapartidas que pueden ir a buscar en aguas comunitarias.
En el capítulo de negociaciones con los países del Este, la CEE no ha registrado todavía ningún gesto por parte de Moscú de querer negociar. Se dice que la URSS desearía ligar un compromiso pesquero al conjunto de negociaciones comerciales CEE-COMECON.
La decisión comunitaria de extensión a doscientas millas de sus aguas de pesca, corroborada por la mayoría de grandes potencias pesqueras del mundo occidental, que practicarán el mismo principio, promete ser un mar de conflictos jurídicos y diplomáticos en el curso de los próximos meses. Todos los observadores coinciden en opinar que será muy difícil hacer respetar a los pescadores el principio de las doscientas millas. El Atlántico Nórte promete ser el centro de las tensiones.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 21 de diciembre de 1976