Electricista de profesión, según dice, y secretario general de la guardia de Franco ha manifestado a Opinión que el saldo final de la operación N-20 «ha sido un déficit de tres millones de pesetas». «Nos hemos permitido el lujo de devolver algunos talones de gente importante añadecuya magra cuantía estimamos que desdecía del nombre del donante. Más aún: en algún caso supimos que el interesado se hallaba en mala situación económica, y le devolvimos su talón, con otro de la Hermandad por el mismo importe.»
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 21 de diciembre de 1976