Las tres sesiones de la última semana del año han continuado en la tónica de baja. El índice general del último día se situó al nivel mínimo del malhadado ejercicio 1976.Habría que remontarse muchos años para encontrar un cierre tan penoso. Recordemos que en 1975 terminó el índice general a 104,01 y en 1974 bajó a 89,52, pero no la diferencia brutal de ahora, de más de un 28%.
Ningún argumento ha permitido úna mejora en las últimas jornadas. Ni la conclusión de algunas importantes ampliaciones en la: semana precedente, ni la actuación de las instituciones privadas, ni el discurso del ministro de Hacienda han servido para frenar el suave goteo de los cambios.
Despq¡ado bastante el panorama político, parece que como si el ingrediente estrictamente económico volviera a pesar como losa sobre otra consideración. La absoluta carencia de demanda ha desembocado en la actual posición de la mayor falta de interés por el mercado.
Por sectores cierran con una pérdida superior a la del índice general madrileño (-28,56), eléctricas, monopolios e inversión (el más castigado) y el resto registra recortes inferiores, pero, en pocos puntos, siendo el grupo mejor librado el de bancos industriales, con un -20,45% de pérdida, que ya está bien.
De cara al nuevo año, que deseamos muy feliz a nuestros lectores, sólo cabe nrever una mayor contención, y quiza algunas correcciones en las cotizaciones actuales que en muchos casos, verbigracia, eléctricas, están demasiado distantes de su valoración contable.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 2 de enero de 1977