Veintiocho guerrilleros fueron muertos por fuerzas conjuntas policiaco-militares el viernes en diversas ciudades de Argentina.
Ocho cayeron en Boulogne, a 20 kilómetros de Buenos Aires, otros ocho fueron abatidos en Munro, a 18 kilómetros de la capital argentina, en Villa Madero, en las afueras de Buenos Aires, murieron cinco y en Rosario y en Bahía Blanca, a 400 kilómetros de la capital, respectivamente, cuatro -dos hombres y dos mujeres- y tres.
La cifra total de extremistas abatidos desde el 29 del pasado mes de marzo, cuando las fuerzas armadas se instalaron en el poder, se eleva a 748.
Cuatro muertos por día provocó la violencia política en Argentina durante 1976, según los analistas políticos y militares al computar un total de 1.500 víctimas.
Cerca de 1.100 murieron -según informaciones oficiales- después del golpe de Estado del 24 de marzo último, cuando las fuerzas armadas asumieron el poder.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 2 de enero de 1977