Hoy comienza en Dakar la cuarta conferencia franco-africana a la que asistirán el presidente de la República francesa, Valery Giscard d'Estaing, y una quincena de jefes de Estado o de Gobierno de Africa francófona. La reunión durará dos días, y algunos países no enviarán representantes por la intervención francesa en Zaire. Esta cuestión, aunque no figura en el orden del día, pesará, sin duda, sobre la conferencia.
El presidente francés llegó a yer a Dakar para participar en la conferencia fránco-africana, que, debido a la «asistencia» de París a Zaire, puede restablecer la confianza entre París y los países francófonos. Desde que el señor Giscard d'Estaing subió al poder, no ha dejado de comentarse, de manera creciente, la «crisis de la cooperación» entre la antigua metrópoli y sus antiguas colonias.Sin embargo la «ayuda logística» francesa, aprobada ayer, sin gran entusiasmo, por los nueve del Mercado Común en Londres, no ha recibido el beneplácito de todos los países francófonos.
La ausencia de los países que no han aprobado la participación de la avi,ación francesa en el conflicto de Zaire, para socorrer al Gobierno del presidente Mobutu, puede favorecer el entendimiento general entre los países «moderados»
Hace un mes se pensaba que la conferencia no haría más que ratificar el estado de relaciones «mediocres» entre Francia ylos países francófonos. Ahora, gracias al «gesto valeroso» y a la «solidaridad práctica» del presidente galo, enviando aviones a Zaire, el clima ha cambiado notablemente. La actualidad de Zaire pesará decisivamente sobre los trabajos francoafricanos. Y esto puede resultar espectacular si se hace realidad el proyecto que se les atribuía ayer a algunos jefes de Estado africanos, asistentes a la conferencia: proponer la creación de una «fuerza común de intervención», bajo una sola autoridad, capaz de intervenir cada vez que lo pidiese un jefe de Estado.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 20 de abril de 1977