El Estudiantes, flojo, desorientado y sin ambición, se dejó arrebatar, dos puntos muy valiosos el domingo en.el Magariños'y que pueden resultar decisivos cara a sus lógicas aspiraciones de estar al final de la Liga lo más cerca posible de los tres grandes.Cotonificio, el más serio candidato a la cuarta plaza, se impuso a los colegiales en un encuentro jugado con autoridad e inteligencia gracias a un gran planteamiento de Aito García Reneses y a una soberbia dirección de Costa dentro de la cancha.
El conjunto badalonés superó a su rival a lo largo de los cuarenta minutos en todos los aspectos, pero principalmente, en mentalidad, de triunfo, en espíritu de lucha y en entidad como conjunto. Cotonificio vino dispuesto a ganar y ganó con todas las de la ley. Su defensa individual fue suficiente para provocar los continuos fallos estudiantiles y su claridad de ideas en los sistemas de ataque le permitieron alcanzar el centenar de puntos, pese a que en el segundo tiempo su porcentaje de aciertos no fue muy alto. Costa, hecho un coloso, mandaba en su equipo y éste se hizo, dueño y señor de la cancha. Mendiburu, pletórico de forma dejó en evidencia a la desganada y mal organizada defensa local. El resto cumplía a la perfección una importante y eficaz misión de equipo.
Cara al marcador el partido quedó sentenciado cuando, faltando cincó minutos, se señalaba un 75-88 que hizo que los catalanes aflojasen el ritmo, sobre todo a la hora de defender.
El error de Ramos estuvo en intentar sujetar a Costa con una defensa individual, ya que Gil nunca pudo con él. No obstante, en cuanto el técnico estudiantil cambió la defensa a una zona dos-tres en el minuto trece y con 29-38 en el marcador se vio que no era sólo un error lo que hacía que el Estudiantes se viera superado por su rival, como ya queda dicho, en todos los aspectos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 17 de octubre de 1978