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REVISTA DE PRENSA

Una victoria de la izquierda francesa

«La izquierda ganó las elecciones cantonales como había ganado las elecciones municipales en 1977. Mientras tanto, perdió las elecciones legislativas. Tres escrutinios: dos victorias y una derrota, pero ésta decisiva. Primera conclusión: a la izquierda se la juzga más apta para administrar las ciudades y departamentos que el país. O bien, si se acepta la tesis socialista, el Partido Comunista teme el poder político y sus riesgos, pero no el poder local y sus ventajas. ( ... )La izquierda no ha tenido divisiones, ni en el seno de los partidos ni entre socialistas y comunistas. La transferencia de votos y el retiro de candidaturas se han realizado. Nada ha sido dicho ni hecho por la izquierda para disuadir a los electores de votar por el candidato único de la oposición, ni para atemonzarles. La derecha se encargó de ello. En vano. ( ... )

Segunda conclusión: las divisiones de la izquierda no llegan hasta el elector y tampoco las de la mayoría.

No es verdad que las divergencias entre giscardianos y chiraquíanos expliquen el éxito de los socialistas. ( ... )

Las dificultades económicas y los dramas sociales no explican todo. Hay departamentos que se volcaron a la izquierda y que sufren menos que otros. Exactamente como en las elecciones municipales, se opera una sustitución de personalidades. Pese a su fracaso en las elecciones legislativas, el Partido Socialista continúa atrayendo cuadros dirigentes, mientras que la mayoría presidencial carece de ellos. ( ... )

Tercera conclusión: las causas del progreso de la izquierda no son solamente políticas; son también de orden sociológico. ( ... )

Si gobernar es prever, Francia no está gobernada. Ni Europa. Ni el Gobierno ni la Comunidad Económica Europea han podido evitar la crisis de la siderurgia o detener a tiempo sus efectos.

Director de «Le Monde»

27 marzo

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 29 de marzo de 1979