Dos camareras de Sebastopol han sido condenadas a siete y diez años de prisión por haber engañado durante nueve años a sus clientes adulterando las bebidas.
V. Kostina y M. Strishak, empleadas de un pequeño café llamado Primorie, engañaban sistemáticamente a sus clientes mezclando coñac con vino y cobrando por bebidas baratas el precio de las de mejor calidad.
Cuando la policía registró la casa de V. Kostina, encontró veintidós anillos, seis pares de pendientes de oro y 60.800 rublos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 16 de agosto de 1979