El presunto diálogo entre Estados Unidos y la OLP causó ayer una tormenta diplomática que amenaza con agriar las relaciones entre Washington y Jerusalén. El último «desliz» del embajador de Estados Unidos ante la Organización de las Naciones Unidas, Andrew Young, ha provocado un gran revuelo en los círculos políticos de Washington y una protesta diplomática israelí.Con objeto de obtener la postergación de una reunión del Consejo de Segu ridad de la ONU sobre los derechos; palestinos, Andrew Young se entrevistó el 26 de julio con el observador permanente de la OLP ante las Naciones Unidas, Zelidi Labib Terzi. Tras sostener, primero, que el encuentro fue casual y se lirnitó a un intercambio formal de saludos, el ex colaborador de Martin Luther King acabó reconociendo que abordó cuestiones de fondo con el representante palestino.
«Hice», afirmó Young ante la prensa, «lo que pensaba que tenía que hacer en interés de mi país. Pensé que! era el verdadero interés de Israel y, francamente, pienso también que corresponde al interés de los árabes.»
La reacción del Gobierno de Jerusalén ha sido fulminante. A pesar de que Young haya visitado, para infórmarle, al embajador de Israel ante la ONU, Jerusalén ha protestado enérgicamente ante él Departarnento,de Estado, y su viceprimer ministro emprendió inmedíatamente viaje a Washington.
Por su Parte, el Departamento de Estado desautorizó a Andrew Young, al mismo tiempo que tranquilizaba al Gobierno israelí asegurando que el incidente no suponía una modificación de la política estadounidense de cara a Oriente Próximo.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 16 de agosto de 1979