Israel devolvió el domingo a Egipto el rico campo petrolífero de Alma, en el golfo de Suez, la concesión más importante realizada por Jerusalén hasta ahora en el cumplimiento del tratado de paz con El Cairo. Los pozos devueltos suministraban a Israel el 20% de sus necesidades, unos 35.000 barriles diarios.Por otra parte, el primer ministro israelí, Menahem Begin, se abstuvo ayer de presentar a la consideración de su Gabinete una declaración destinada a legalizar los asentamientos de Cisjordania.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 27 de noviembre de 1979