El Partido Comunista Español (PCE) ha. sido atacado con dureza en un artículo publicado en el semanario político Tiempos Nuevos, y acusado de olvidadizo, por no recordar el apoyo que recibieron de la Unión Soviética durante la guerra civil española, a propósito de un artículo publicado en la revista del PCE Nuestra Bandera, en el que se condena la invasión de Afganistán.En un extenso informe, titulado «Sobre los amigos y enemigos de Afganistán independiente y revolucionario», se descalifica la opinión del editorialista de la revista teórica y política del PCE, que en su número de febrero señalaba que la revolución afgana de 1978 había sido un «cuartelazo». El semanario soviético subraya, con indudable nada buena intención, que el director de Nuestra Bandera es Manuel Azcárate, «uno de los líderes del PCE», quien en otras ocasiones ha sido blanco también de los ataques de los medios de información soviéticos, por considerarle que representa a uno de los ideólogos españoles del eurocomunismo.
Justificación soviética
Tiempos Nuevos hace historia, a su estilo, de los acontecimientos en Afganistán desde 1978, para justificar la presencia de las tropas soNiéticas en ese país. Curiosamente señala que fue a mediados de diciembre cuando la URSS «decidió dar satisfacción a las reiteradas solicitudes de ayuda e introducir en Afganistán un limitado contingente de tropas». Conviene recordar que en ese momento el presidente era Amin. Asimismo califica de asesinato el relevo de Taraki y de «destitución» el de Amin, que se produjo «cuando el contingente militar soviético empezaba a entrar en el país, lo que supone una simple coincidencia, sin relación de causa y efecto».
Niega la afirmación de Nuestra Bandera, que contiene referencias al argumento soviético de que se trataba de salvar un régimen socialista. «Nadie», dice el comentarista, «ha empleado semejante terminología. Se ha tratado y trata de defender la independencia de Afganistán frente a la brutal agresión e injerencia desde fuera. »
Después de señalar que la URSS sólo pretende crear condiciones que permitan al público afgano alcanzar los objetivos de su revolución,señala que «artículos como el de Nuestra Bandera no contribuyen a esto, ni mucho menos».
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 28 de marzo de 1980