El Gabinete ministerial boliviano renunció el miércoles, en bloque, después de una prolongada reunión.
Los ministros pusieron sus carteras a disposición de la presidenta Lidia Gueiler, pero se comprometieron a mantenerse en sus cargos mientras duren las consultas para reestructurar el Gabinete.
La presidenta de la República se ha comprometido ante los dirigentes sindicales a formar un Gobierno «neutral», capaz de «garantizar la imparcialidad en las elecciones de junio próximo y desechar susceptibilidades provenientes de algunos sectores políticos».
Ayer, en el departamento de Potosí, al sureste del país, seis campesinos murieron y otros treinta resultaron heridos en un enfrentamiento armado, por problemas derivados de la propiedad de la tierra.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 28 de marzo de 1980