El curso que sobre la Institución Libre de Enseñanza dedicó hasta ayer la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, de Santander, no ha sido un ciclo más de los que organiza esta última entidad, sino el símbolo del decidido propósito de la mencionada universidad de recuperar sus propósitos fundacionales. Un análisis de la junta de ampliación de estudios, relacionada con la Institución, fue el punto final del coloquio con el que ayer se clausuró la serie de conferencias.El curso sobre la Institución Libre de Enseñanza, clausurado anteayer, polarizó la atención de un numeroso público, entre el que se encontraban algunos antiguos alumnos de la Institución.
La correspondencia con los principios inspiradores de la Institución y la Universidad Internacional fue puesta de manifiesto por el sociólogo Carlos Moya, participante en el curso sobre Teoría sociológica actual, para el que la «universidad de verano tiene, sobre todo, un sentido, el de acercarse al modelo de los griegos, para quienes la enseñanza requiere un entomo de ocio, de informalidad y de relación espontánea».
El seminario en torno a la Institución Libre de Enseñanza finalizó con la conferencia del profesor Alfonso Ruiz Miguel en torno a la junta de ampliación de estudios, creada en 1907 por Giner de los Ríos, de cuya gestión, en particular, y del papel jugado en el primer tercio de nuestro siglo por la Institución, en general, en tanto que elemento dinamizador de la cultura, hablaría extensamente el conferenciante. Esta labor quedaría cortada, explicó el profesor Ruiz Miguel, por el decreto del Gobierno del general Franco en 1936, firmado por el comisario de Cultura, José María Pemán, y cuyo texto finalizaba colocando a la educación «bajo los auspicios de la Inmaculada Concepción ».
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 19 de julio de 1980