La noticia del golpe militar en Bolivia llegó a Copenhague momentos antes de que la presidenta de la delegación del país andino, Elba Ojara, se dispusiera a ratificar la convención de las: Naciones Unidas contra la discriminación de la mujer, informa nuestra enviada especial, Soledad Gallego-Díaz. El golpe de Estado cayó como una bomba entre las numerosísimas delegaciones latinoamericanas, tanto en la conferencia oficial como en el foro de organizaciones no gubernamentales. En la foto, Domitila Barrios, mujer de minero, madre de siete hijos y participante en la "conferencia paralela", se dirige a las participantes en la conferencia oficial para pedir acciones contra los militares golpistas. Páginas 20 y última
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 19 de julio de 1980