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Se extienden los movimientos huelguísticos en Polonia

Con los ferrocarriles paralizados, grandes trastornos en los servicios de autobuses y autocares, interrupción de la distribtición de leche (salvo en hospitales y maternidades), el Ejército encargado de la distribución, la construcción en huelga total, paralizada la distribución de agua caliente, la ciudad de Lublín, villa industrial de 300.000 habitantes, vivió, el jueves, una verdadera situación de crisis.El movimiento reivindicativo obrero había comenzado a principios de mes en la región de Varsovia, como consecuencia y protesta contra una subida del precio de la carne. Pero Lublín es el único sitio donde ha tomado características de «huelga general», como la han calificado los Comités de Autodefensa Social, KOR (disidentes).

En cambio, los periódicos locales informaron sobre la «existencia de focos de huelga», sin especificar los centros afectados y matizando que las «interrupciones laborales» se habían desarrolado con disciplina, por lo que los trabajadores habían demostrado una «actitud digna de la clase obrera».

Por su parte, el dirigente del Partido Comunista polaco, Edward Gierek, que estaba el jueves en la región de Lublín, pronunció un discurso en el que dijo que las personas que demuestran falta de disciplina exponen al país a grandes peligros.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 19 de julio de 1980