Los españoles nos hemos caracterizado siempre por ser unos perfectos pierde-oportunidades. Hace ya tiempo, perdimos el control del mercado con la expulsión de los judíos; también perdimos nuestra cultura con la de los árabes, ahora perdemos la condición de personas con la expulsión de los gitanos de Hernani./
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 19 de julio de 1980