Proliferen aficionados o profesionales de los espirituales negros, y mucho menos que los ocasionales practicantes del arte musical de los negros norteamericanos se atrevan a competir en el terreno de los genios del género. Maruca, una cantante santanderina, se atrevió; fue a Nashville, en Tennesse, la patria de Elvis Presley, y ganó, interpretando en inglés espirituales, uno de los más importantes premios del mundo: el del Festival de Música Gospel Competition.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 19 de julio de 1980