Gran Bretaña atraviesa actualmente la crisis económica más grave que ha conocido desde el fin de la guerra. Según las cifras publicadas ayer, cuenta cerca de dos millones de parados, 7,8 % de la mano de obra activa, o sea, un aumento de 237.000 en relación a las cifras del mes pasado, aumento que traduce un progreso considerable del número de jóvenes que demandan trabajo.Jamás, desde 1948, el paro había alcanzado semejante nivel. Se cree que la situación se va a agravar todavía más. El peso de la recesión se manifiesta igualmente por el aumento del número de licenciamientos por razones económicas que, para los seis primeros meses del año, ascienden a 180.000 contra 70.000 en el curso de los seis primeros meses de 1979. Paralelamente, las ofertas de trabajo se hacen más escasas: han caído a 133.000, o sea, un descenso de 32.000 en relación al mes pasado. (...)Para la primera ministra, señora Thatcher, la situación es seguramente angustiosa, pero el Gobierno no cambiará de política. La prioridad continúa siendo la lucha contra la inflación.
23 de julio
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 25 de julio de 1980