Bolivia no necesita de salvadores uniformados que continúen aumentando la miseria de campesinos y mineros, que toleren la venta del país a las multinacionales y mercaderes yanquis, brasileños, etcétera; que descaradamente atenten contra la persona y sus derechos más elementales, que permitan que Bolivia siga inmersa en un profundo subdesarrollo, con exageradísimas desigualdades sociales, con elevadas tasas de analfabetismo. /
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 25 de julio de 1980