Los restos mortales del actor británico Peter Sellers, fallecido en la madrugada de ayer, en Londres, a consecuencia de un fallo cardiaco, serán incinerados mañana, en una ceremonia estrictamente familiar. La muerte del famoso cómico, que llegó a intervenir en más de cincuenta películas, ha conmovido el ambiente del mundo del espectáculo, y sobre todo, al público británico, que seguía fielmente sus más diversos papeles, interpretados con una irónica comicidad.Peter Sellers, de 54 años de edad, no pudo superar el noveno ataque cardíaco, sufrido el pasado martes en un hotel de Londres, donde pasaba unas cortas vacaciones de verano, ya que su residencia oficial era Los Angeles (Estados Unidos). El actor no recobró el conocimiento y falleció en el hospital de Middlesex, junto a su cuarta esposa, Lynne Frederick, y los hijos habidos con Anne Howe y Britt Ekland. Peter Sellers luchó hasta el final contra su propio corazón, y para la historia del cine deja la lección permanente de un humor solitario.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 25 de julio de 1980