Quisiera hacer unas breves puntualizaciones a la carta de lan Gibson (EL PAÍS, 25 de julio), en contestación a mi carta anterior.« (...) Lo que pasa es que si dos y dos son cuatro, suma los datos y te darán Ruiz Alonso, o al menos me lo dan a mí». Esto es: si Gibson estaba tan seguro de que Ruiz Alonso «volvía a Granada en el mismo tren que García Lorca aquella noche del 16 de julio de 1936» (primera edición de su libro, página 36), parecía lógico deducir que el individuo que Lorca identificó como «diputado de la CEDA por Granada» fuera el susodicho Ruiz Alonso. Pero si lo que pretendía Gibson era arrancarme una confesión de que yo estaba absolutamente convencido de la veracidad de lo que él, lan Gibson, había escrito, yo no podía acceder a su ruego por no conocer al sujeto en cuestión, ni haberlo citado en mi artículo, ni haber oído a Federico mencionar nombre alguno.
Es cierto que he perdido mi breve agenda de bolsillo correspondiente al año 1936, pero no, afortunadamente, mis notas de recuerdos y conversaciones. Y quisiera añadir que no volveré a recoger o corregir las suposiciones gratuitas, arbitrarias deducciones, tergiversaciones e invenciones en que incurre el señor Gibson.
Hay que agradecer a Isabel García Lorca haber facilitado una prueba convincente de que su hermano salió de Madrid el 13 de julio, no el 16, como yo, perdida mi agenda, había creído basándome en notas y cartas de aquellos días y en la extraña coincidencia de los testimonios escritos mencionados en mi anterior carta./
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 3 de agosto de 1980