Bien se podrían haber ahorrado los directivos de Televisión Española el desplazamiento y estancia de los informadores de la misma en Moscú, dado el bajo nivel de calidad en la información de éstos de todos los deportes que han comentado, de todos los que compiten en esta Olimpiada, reservando así tódas las energías y dinero para los Juegos de Los Angeles.Quizá sea por la falta de tiempo que tienen a la hora de poner su voz en las pruebas, tanto eh directo como en los comentarios de las ya grabadas, porque los errores que cometen son bastante frecuentes, confundiendo de esta guisa a los sufridos telespectadores, que, impotentes ante la pantalla, vemos, además, cómo se esfuma de ella una prueba interesantísima, colocándonos en sulugar cualquier chorrada de la programación habitual. En contrapartida, uno se acerca a su aparato y aprieta con rabia el botón de apagar.
Quieran los dioses que para los próximos Juegos de Los Angeles no haya ocurrido ninguna ecatombe mundial y podamos disfrutar de amplias sesiones deportivas./ .
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 3 de agosto de 1980