La Policía Nacional tuvo que efectuar dos disparos al aire en el campo de La Colonia, en Oviedo, para detener a un directivo del Grisú, equipo local, que penetró en el terreno de juego con la intención de agredir al árbitro. El hecho sucedió el domingo en partido de segunda regional.
El Rácing de Cayes ganaba en La Colonia por 2-3 y cuando el árbitro, Javier Fernández, expulsó al portero local, por propinar una patada a un delantero, y señalar el correspondiente penalti, que fue fallado, el directivo Cabañas, con un palo en la mano, se dirigió al colegiado con intención de agredirle. La Policía Nacional dio el alto al directivo y, al no hacer caso éste, efectuó dos disparos al aire que determinaron que el mencionado directivo desistiera de su actitud. El árbitro, al término del partido, que finalizó 2-3, efectuó la correspondiente denuncia judicial y federativa. Se da la circunstancia de que el árbitro y el directivo que pretendió agredirle tienen una antigua amistad y trabajan en la misma empresa.
Por otra parte, según noticias de Efe, Martín Suárez, árbitro del partido Montijo-Moralo, también celebrado el domingo y perteneciente al grupo décimo de Tercera División, y que concluyó con empate a cero, fue agredido por un espectador al término del encuentro.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 5 de noviembre de 1980