colocaron, en la noche del pasado lunes, una bomba incendiaria en unas dependencias administrativas del diario conservador de Santiago de Chile El Mercurio. De no haber sido descubierto a tiempo, el artefacto habría causado grandes destrozos. Una bomba similar fue descubierta, poco antes, y sin que llegara a estallar, en el edificio de los tribunales, cercano al periódico.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 5 de noviembre de 1980