Las bolsas han mantenido en la sesión de ayer sus características de firmeza en los procesos de formación de cambios, escasa oferta y perspectivas alentadoras para los inversores de las últimas reuniones, y todo ello dentro de un marco de escaso negocio y evolución de los precios evidentemente controlada.La nota más significativa de la sesión la compusieron los bancos, que pasaron de las situaciones preagónicas aparentes del marte! a unas recuperaciones que sorprendían a los peor informados, pero por las que en general habían apostado los especialistas.
En el grupo eléctrico se consolidaron las mejoras de días anteriores. Este extremo cobra una relevancia especial desde el momento en que nuestros mercados de valores acostumbran a respetar unos criterios fundamentalmente especulativos. Desde el momento en que las eléctricas han sido capaces de asimilar las subidas más que significativas que se iniciaron jornadas atrás, y en una sesión como la de ayer, que en principio no se les presentaba nada favorable, resistir los envites vendedores de la. especulación, hay que dar una vía a la creencia de que algo está cambiando en nuestras bolsas.
Quizá el comentario del viejo inversor, que justificaba la imperturbabilidad del mercado frente a las conmociones internacionales con el argumento de que los seis años de purga ininterrumpida que llevan las bolsas españolas les ponen a salvo de algunos sobresaltos, tiene más congruencia de la que se le ha atribuido.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 14 de mayo de 1981