El poder político en España debe llegar a acuerdos concretos con los llamados poderes fácticos, incluida la Iglesia y el Ejército, según el líder liberal Antonio Garrigues Walker, para el que el golpe de Estado del 23 de febrero ha puesto de manifiesto la existencia de otros poderes junto al poder político institucionalizado «que le están cercando, a veces marginando y a veces diluyendo».Garrigues, que el martes pronunció una conferencia en León sobre El futuro del empresario español, manifestó en una conferencia de Prensa que es necesario reglamentar y regular el juego del poder político con los demás poderes «de manera sensata», lo que hasta ahora no ha tenido lugar.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 14 de mayo de 1981