Acabaron, por ahora, las tribulaciones sentimentales de Norma Duval, la vedette española del Folies Bergère parisiense. Después del amor frustrado viene el trabajo para olvidar, y para subsistir. Ha sido contratada para protagonizar la película Victoria, una historia de Cataluña que prepara Antonio Ribas, quien precisa seis horas para decir todo lo que tiene que decir. Mientras estudia el guión, Ia actriz espera el desarrollo de sus acciones judiciales contra la familia de Jorge García Lago, en cuya casa madrileña vivía Norma cuando fue denunciada por la citada familia por allanamiento de morada. El juez sobreseyó la causa generada por esa denuncia, y la actriz decidió luego pasar de ser denunciada a denunciante.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 10 de julio de 1981