La tragedia que Juan Miñón y Miguel A. Trujillo sufrieron ayer es una tragedia típicamente española. Al tiempo que recibían desde Italia la noticia de que su película Kargus había sido seleccionada como única representante de nuestro país en el próximo Festival de Cine de Venecia, escuchaban con cierta tristeza que su filme se había caído de la cartelera madrileña, donde ha durado tanto como un caramelo a la puerta de un colegio. La paradoja es tan española como el tema de la película, que se refiere a los dramas que ha vivido este país en los últimos
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 10 de julio de 1981