A Basil, que ha encontrado guarida en la catedral de San Pablo, le quedan tres días para marcharse del recinto donde se celebrará la ceremonia del 29 de julio, o no habrá más remedio que ejecutarla. Basil es una paloma y los organizadores del solemne acto temen que el miércoles deje caer sobre los invitados algo menos agradable que un confeti.La Real Sociedad para la prevención de la Crueldad a los Animales declaró,que condena "el asesinato de cualquier animal" aunque esperaba que la crisis llegara a solucionarse.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 26 de julio de 1981