Luis Angel Rojo, catadrático de Teoría Económica y director de! Servicio de Estudios del Banco de España, abogó ayer por la contención de los costes salariales y de la Seguridad Social y el destino de recursos reales a sectores con futuro como paso previo de cualquier política expansionista, claramente oeneradora de empleo, en la presente situacion economica española.En una de sus i aras intervenciones públicas -esta vez, en el coloquio sobre "Trabajo y Empleo. Los problemas del paro", organizado por la Fundación para el Progreso y, la Democracia- el profesor Rojo chocó, en su análisis y en su propuesta de soluciones, con las interpretaciones dadas a la actual crísis por otros ponentes, pricipalmente con la fundamentalmente ideológica del socialista Enrique Barón.
El diputado de PSOE restó importancia al aumento de los precios del petróleo y al incremento de los costes salariales como agentes generadores de la actual crísis económica española, y llegó a afirmar que la sublela del coste de la energía "ha sido un factor positivo para las economías occidentales a largo plazo".
En el frente do! empleo, Barón defendió la firma del Acuerdo Marco Interconfederal (AMI) y el Acuerdo Nacional sobre Empleo (ANE) por su partido y advirtió, en este sentido, que el remedio de la crísis sólo es posible a través de soluciones pactadas, aunque, en cualquier caso, dijo que "no habrá salida en un año sino en varios".
En este punto coincidieron la práctica totalidad de los ponentes del coloquio, con el profesor Rojo afirmando que muchas de las fórmulas aplicadas hasta la fecha en España se reducen a_algo que en términos coloquiales se puede describir como "la sustitución del portero automático". "Aplicar recursos reales a la financiación de sectores ineficientes no es precisamente una solución", añadió el catadrático.
Más crítico que los ponentes fue, quizá, el moderador del coloquio, el también catadrático José Terceiro, quien en su introdución hizo mención, sin grandes explicaciones, a la "lneficacia esquizoide del Gobierno".
Por su lado, Arturo Gil, vicepresidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), defendió las firmas del AMI y el ANE por la patronal, pero se quejó de las escasas posibilidades reales que ambos pueden tener en la creación real de empleo. En concreto, el representante de los empresarios insistió en que los Presupuestos para el año 1982 "no son los más idóneos" para cumplir ese objetivo y dijo que no habrá soluciones si no se da más juego a la iniciativa privada.
El economista Antonio López Nieto, muy apasionado en su explicación, mostró un panorama algo diferente al resto, en cuanto a los remedios necesarios, y defendió la conversión de la economía española en un sistema de produción al modo de aquellos países que, como Japón, Corca, Malasia -en Asia- o Irlanda y Francia -en Europa- buscan en la sobreproducción y, en los llamados sectores nuevos, remedios a la crísis.
Respecto al problema del empleo en España, López Nieto dijo que la tasa de desopcupación real es más elevada de lo que muestran las estadísticas ya que "sólo un 29% de los españoles trabaja".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 1 de diciembre de 1981