Resido en Alemania desde hace tres años y conozco a varias personas -entre ellas algunos amigos- que militan activamente con los verdes alemanes. El estilo, el tono y parte del contenido que su periódico está publicando estos días sobre el movimiento ecologista germano no me parece el más apropiado. Es como si EL PAIS tampoco pudiera o quisiera tomar a los verdes como un movimiento político-ciudadano serio. Los verdes germanos no son sólo una inflexible e irrenunciable oposición a las centrales nucleares y a los cohetes atómicos, etcétera; el signo distintivo que les caracteriza es su manera de entender y hacer la política sin renunciar a ser ciudadanos trabajadores. Es su negativa tajante a parecerse al tipo de político-política americano. Es el fin que se han fijado de hacer política desde el pueblo, desde su puesto de trabajo y no como un político profesional que habla al pueblo para salvarlo o condenarlo. Es... Bueno, les propongo que nos ofrezcan algunas entrevistas con responsables del movimiento verde alemán para que los españoles nos enteremos directamente de lo que en realidad son y de lo que pretenden con su durísimo trabajo./
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 17 de octubre de 1982