El segundo canal de la televisión francesa, en su telediario de anoche, ofreció un reportaje de nueve minutos de duración en el que se entrevistaba a un militante de ETA Militar encapuchado. "La lucha armada se limitará al territorio español, incluso en el caso de que Francia concediera extradiciones", afirmó este último.En su conjunto, la emisión precitada ilustra la tesis etarra, que en alguna manera coincide con la posición del Gobierno de París, de que el problema vasco es español y no francés. Las primeras imágenes rememoran el asesinato y el entierro, a comienzos del pasado mes de octubre, del general Lago Román, jefe de la División Acorazada, "que habría sido asesinado aunque los socialistas no hubiesen ganado las elecciones", dice el encapuchado etarra. "Nuestra lucha", añade, "es una lucha de liberación nacional y tenemos que emplear todos los medios para conducirla: los constitucionales y las armas, que en ningún caso podemos abandonar".
A lo largo del reportaje se muestran imágenes, filmadas en el País Vasco español, en las que se contemplan militantes de ETA pegando carteles, por la noche, en las calles, mientras la policía patrulla, y en las que se exalta fotografías, en un bar, de miembros de ETA. Y se resalta que el siete por ciento del electorado vasco vota por la lucha armada. Otras escenas, filmadas en Francia, hacen constatar que a la policía de este país le es difícil detener a los vascos del sur residentes en el norte del País Vasco por falta de motivos".
La voz del encapuchado, filmado en un lugar interior no identificable, asegura que si el Gobierno del PSOE adopta medidas más progresistas que el anterior, "actuaremos en consecuencia".
Cuando se siguen de cerca la valoración que del problema vasco hacen las autoridades francesas, así como ciertas declaraciones persistentes de ETA, el reportaje en cuestión pudiera decirse que está hecho a su medida. Caben, no obstante, dos observaciones. El etarra encapuchado dice que nunca intervendrían en Francia, aunque este último país concediera extradiciones. Y al margen de lo táctico de esa afirmación, en sus últimas declaraciones, los etarras hablan de castigar los intereses galos en España a partir del momento en que se produzca la primera extradición.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 3 de diciembre de 1982