He comprobado con tristeza que se ha suprimido de un plumazo, o debo decir por reajuste de redacción, la pequeña sección dedicada al ajedrez.Con ello comprendo que se pueden haber matado dos pájaros de un tiro. Por un lado, se sustituye por un anuncio sobre los derechos humanos, con lo que el periódico refuerza la imagen de defensor de derechos y paladín de las libertades, y por otro, mantiene intactos los píngües beneficios de los anuncios de saunas y masajes, donde debería haber sido insertado dicho anuncio, a la vez que disminuye los costes del periódico.
Claro está que para todo esto tiene que haber un perjudicado, y en este caso le ha tocado al ajedrez, un deporte totalmente abandonado por ministerios, federaciones y ahora, parece ser, que hasta por la Prensa./
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 3 de diciembre de 1982